Redistribuye tu grasa corporal
El lipofilling es un procedimiento estético innovador que utiliza la propia grasa del paciente para mejorar el contorno corporal y rejuvenecer áreas específicas del rostro o cuerpo. Esta técnica permite restaurar volumen perdido, mejorar la textura de la piel y obtener resultados naturales y duraderos, con mínimas cicatrices.
Lipofilling: ¿En qué consiste este tratamiento?
El lipofilling, también conocido como transferencia de grasa autóloga, es un tratamiento estético que consiste en extraer grasa de una parte del cuerpo para inyectarla en otra, con el objetivo de mejorar el contorno, restaurar volumen o rejuvenecer la piel.
Este procedimiento se realiza en dos etapas principales: primero, se extrae la grasa mediante liposucción, generalmente de áreas como el abdomen, muslos o flancos. Luego, la grasa es procesada y purificada antes de ser reinyectada en las zonas que requieren volumen adicional, como los labios, pómulos, manos o glúteos.
El lipofilling ofrece resultados naturales y duraderos, ya que utiliza tejido del propio paciente, reduciendo el riesgo de rechazo o reacción alérgica. Además, este procedimiento mejora la calidad de la piel en la zona tratada, gracias a las células madre presentes en la grasa transferida. Es una opción segura y eficaz para aquellos que buscan una solución mínimamente invasiva.
Resultados naturales
Utiliza la propia grasa del paciente, lo que proporciona un resultado estético natural y de larga duración.
Reducción del riesgo
Al emplear tejido del propio cuerpo, se minimiza el riesgo de rechazo o reacción alérgica.
Mejora de la piel
Además de restaurar volumen, mejora la textura y apariencia de la piel gracias a las células madre.
Mínimamente invasivo
Es un procedimiento con cicatrices mínimas, lo que facilita una recuperación más rápida y menos dolorosa.
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¿Alguna duda?: Lipofilling
¿Qué áreas del cuerpo se pueden tratar con lipofilling?
El lipofilling es una técnica versátil que puede mejorar varias áreas del cuerpo. En el rostro, se utiliza para aumentar el volumen de los pómulos, labios, y para suavizar líneas y arrugas.
También se aplica para rejuvenecer las manos y tratar áreas que han perdido volumen con la edad. En el cuerpo, el lipofilling puede usarse para mejorar la forma de los glúteos, dar volumen a los senos (como complemento a la cirugía de aumento mamario), y para corregir deformidades o irregularidades en zonas como el abdomen o muslos.
La capacidad de utilizar la propia grasa del paciente permite una personalización precisa para cada área tratada, asegurando resultados naturales y armónicos. Este tratamiento no solo mejora el contorno, sino que también rejuvenece la piel en las áreas inyectadas gracias a las células madre presentes en la grasa.
¿Cuánto tiempo duran los resultados del lipofilling?
Los resultados del lipofilling suelen ser duraderos, con una duración que puede variar entre 1 a 5 años. La duración de los resultados depende de varios factores, incluyendo el área tratada, la cantidad de grasa transferida y el cuidado postoperatorio.
En general, entre el 50% y el 70% de la grasa transferida permanece en el área tratada a largo plazo, ya que el tejido adiposo se integra bien y se establece en su nuevo entorno.
Para mantener los resultados óptimos, es recomendable seguir una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, ya que los cambios significativos en el peso pueden afectar el resultado final. Los retoques ocasionales pueden ser necesarios para ajustar y mantener el volumen deseado. La naturaleza del procedimiento hace que los resultados sean más estables y naturales en comparación con otros métodos de relleno.
¿Cuánto tiempo toma la recuperación después de la cirugía?
La recuperación tras un lipofilling es generalmente rápida y bien tolerada. La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades ligeras en aproximadamente 1 a 2 semanas.
Durante los primeros días, es normal experimentar hinchazón, moretones y molestias en las áreas tratadas, tanto en el sitio de extracción de grasa como en el área de inyección. Estos síntomas suelen disminuir gradualmente.
Es crucial seguir las instrucciones del cirujano para asegurar una recuperación óptima, que incluye el uso de prendas de compresión y evitar actividades físicas intensas durante 4 a 6 semanas. Aunque la recuperación completa puede tomar hasta 3 meses, la mayoría de los pacientes notan una mejora significativa en la apariencia y la función dentro de las primeras semanas. La adherencia a las recomendaciones médicas contribuye a resultados óptimos y minimiza el riesgo de complicaciones.
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